El nuevo concepto de oficina deberá estar enfocado en potenciar el trabajo de las personas, simplificar los flujos, pero a la vez crear un espacio de trabajo centrado en los colaboradores, teniendo en cuenta las necesidades de las nuevas generaciones que ya no quieren que el trabajo sea una “carga”, sino que sea una posibilidad de encontrar un propósito y conectarse con la sociedad.
Por esto, las compañías deben tener una visión más integradora del ser humano, que considere otros planos más allá del trabajo para lograr la tan buscada “felicidad laboral” donde se genera una integración entre el ámbito laboral y el personal y los límites que separan nuestra vida laboral y personal se desdibujan para fusionarse en una sola vida.
Esto aplica para el lugar que uno considere que es la oficina, algunos seguirán concurriendo a espacios de trabajo completamente modificados de lo que hoy conocemos y en las ocasiones apropiadas, otros tendrán su oficina virtual y portable.
Para esto, la realidad virtual tiene el potencial de cambiar la forma en que trabajamos. En el futuro se podrá trabajar de manera productiva en cualquier lugar utilizando únicamente dispositivos portátiles y pantallas inmersivas colocadas en la cabeza. La realidad virtual tiene el potencial de lograr esto, permitiendo a los usuarios crear entornos de trabajo de su elección y liberándose de las limitaciones del mundo físico, como espacios reducidos o entornos ruidosos.
Por otro lado, habrá que repensar los espacios físicos, esto no solo aplica para las compañías, sino también a los hogares. El COVID-19 nos ha demostrado cómo pueden desaparecer nuestras certezas en un abrir y cerrar de ojos. Las personas aspiran a una vida más armónica y equilibrada, aumentando el trabajo desde casa. Muchos de los miedos sobre el trabajo remoto tuvieron que superarse rápidamente con el COVID-19 y ahora hay que replantearse las políticas de trabajo y las necesidades de sedes enormes, que suelen ser subutilizadas. La oficina policéntrica será el nuevo estándar para la mayor parte de nosotros. Podremos trabajar desde casa, en el Headquarter o en terceros lugares tales como: espacios de coworking, cafeterías, bibliotecas u oficinas satélite, de acuerdo a lo que sea más adecuado y conveniente. Esto traerá múltiples ventajas: menor cantidad de desplazamientos, menor huella de carbono, mayor bienestar, mejor balance vida/trabajo y menores costos para las empresas y los empleados junto con equipos más ágiles y productivos. Hoy las compañías están a merced de mercados muy volátiles, esto hace del “Office as a Service” un modelo muy conveniente para los tiempos que corren, dando la posibilidad de crecer y decrecer con facilidad. ‘Flexibilidad’, es el nombre de la canción.
De la misma forma muchas personas se dieron cuenta de que las viviendas no estaban tan bien preparadas para convertirse en oficinas de la noche a la mañana. El poder trabajar productivamente desde casa depende de factores como la calidad ambiental, la tecnología y el comportamiento de las personas.
La oficina del futuro entonces es realmente un tema complejo que abarca desde la tecnología y espacios completamente virtuales a la adaptación de los hogares incorporando espacios para el trabajo a la reducción de espacios fijos de las compañías, adpatación de los ambientes que queden a espacios más integrados y parecidos a los coworking con ambientes privados de uso compartido, contratación de espacios satélites adecuados en diferentes puntos y facilidad para que los colaboradores los utilicen de acuerdo a su conveniencia y la implementación del “Office as a Service”.